Carmina Monserrath de Ávila Rodríguez

                                             

Toda mi vida me he topado con personas que me hablan de conseguir un “trabajo estable”, con escuelas que te enseñan a ser un “buen empleado”, sobre todo familiares y amigos que te dicen: la política,  “es una porquería”. Pero definitivamente, a mí me convence más la  frase que ha marcado mi vida “Es verdad que el cambio conlleva al riesgo del fracaso, y esta es la principal razón del temor a la libertad. Pero también es verdad que en la vida no hay errores, solo lecciones que aprender” (Anónimo).

Soy Carmina Monserrath de Ávila Rodríguez originaria de la ciudad de Guadalupe, Zacatecas, desde niña atraída por actividades de liderazgo, cultura y relaciones sociales, a la edad de nueve años ingresé a una sinfónica juvenil, donde me desempeñé como clarinetista durante 10 años, sin duda fue una de las cosas que marco mi vida, ser parte de la Banda Sinfónica Juvenil de Guadalupe, Zac. Mi tierra natal, esta actividad me permitía viajar y conocer gente de toda la república, incluso del extranjero, que para un niño la música permite que desarrolles más tus sentidos, tu imaginación y sobre todo abras tu mente a nuevos mundos. Y así fue… cuando ingresé a la preparatoria me quise enfocar en la computación ¡el tema del momento! Haciendo caso a la idea de conseguir mi dichoso “trabajo estable” y claro… bien remunerado, sin darme cuenta que esta decisión marcaria mi vida, ya que a la edad de 16 años encontré mis dos pasiones: la programación y la política.

Estas dos cosas siempre han ido de la mano, de lo contrario a lo que todo mundo piensa, yo también era de la idea que la política y el gobierno era lo peor del mundo, pero al igual que todos, solo encargada de criticar el sistema desde mi butaca en un salón de clases (aún no había redes sociales), hasta que a través de la escuela me invitaron a un proyecto de jóvenes “enlace juvenil” de una regidora panista de 23 años en ese tiempo, que vinculaba secundarias y preparatorias con el municipio. Después de invitarme a una conferencia y posteriormente a un evento nacional del PAN donde Zacatecas fue sede y conocí a “Josefina Vázquez Mota”, que nos habló de la importancia y los retos de la mujer en la política, entendí que estaba en el lugar indicado, poco a poco fui conociendo la doctrina de mi partido, encontré a los mejores amigos, descubrí que nuestros funcionarios son personas que iniciaron como yo, por una invitación en un día cualquiera y sobre todo aprendí que en esta vida siempre va haber buenos y malos, lo que importa es, a donde quieres pertenecer.

Al finalizar la preparatoria ingrese a la Carrera de Ingeniería en Sistemas Computacionales, especializándome en programación, después de titularme y decepcionada por todos los esfuerzos no reconocidos en la política (al menos eso creía en ese momento) decido irme a trabajar a la ciudad de México a la edad de 22 años en el mes de julio, mi solicitud  fue aceptada pero ingresaba hasta el mes de Diciembre, y el orgullo a no querer ya depender económicamente de mis papás, me llevo a buscar otras opciones y así llego a la ciudad de Aguascalientes, al principio con un sueldo muy bajo, pero es parte de los riesgos y decisiones que le dan rumbo a la vida y por azares del destino llego como empleada de outsourcing en INEGI sede desarrollando aplicaciones, en Diciembre presento examen para ya ser empleada formal de esta dependencia, descartando irme a la ciudad de México.

Cuando llegue Aguascalientes, nuevamente ingreso a la política, y todo el esfuerzo que en su momento considere en vano nuevamente cobra sentido, siendo electa como dirigente juvenil de los jóvenes del PAN en Aguascalientes, lo que nosotros nombramos Secretaria Estatal de Acción Juvenil.

Así es como arriesgar a tomar decisiones fuera de lo común marcan tu vida y aprendes de cada momento que vas viviendo, no importa lo que digan los demás siempre tenemos que seguir nuestros instintos sin miedo a equivocarnos. 

Twitter: @carminadeavila