Algún día me dijeron que en la
política encontraría al amor de mi vida, y es curioso, pero más bien en la
política encontré mi propia vida.
No puedo negar que en algún
momento tenía la esperanza de en verdad encontrar el amor, cada persona
interesante que conocía se volvía parte de un personaje como en aquellos
cuentos de hadas que nos contaban de pequeños, al poco tiempo despertaba y me
daba cuenta que solo eran mis propias expectativas y exigencias de llegar a
tener mi propia historia. Con el paso de los años y después de cada intento fallido,
te empiezas a dar cuenta que el amor en la política no es lo que sientes por
alguna persona, si no la pasión de hacer realidad nuestros sueños ya sea solos
o acompañados.
Muchos políticos pensamos que el
amor no se hizo para nosotros, cada que inicia un proyecto hemos terminado relaciones
de pareja por el temor a hacerle daño a la persona que queremos, estamos muy
consientes que la vida política no es muy estable, está llena de malos
entendidos y arranques fugaces, llega un punto en que la política se vuelve tu
única compañera, nos comprende y nos llena de satisfacciones, al mismo tiempo
nos hace conocer nuestros propios límites y a pesar que hemos querido soltar la
toalla, nos mantiene de pie con la esperanza que mañana será un mejor día.
¡La política nos hace sentir
vivos!... Nos hace sentir que cada día es una nueva aventura, no sabemos si en cinco
minutos conoceremos al próximo presidente de la república o si esa persona es
la que te dará la mejor lección de tu vida, te das cuenta que no debemos
limitarnos a trabajar ocho horas al día, que siempre vas a poder ayudar a
alguien o te podrán ayudar a ti, aprendes que la humildad es el tesoro mas
valioso que puede tener un ser humano y que la lealtad en cualquier
circunstancia siempre será tu carta de presentación.
Desde hace once años alguien me
comento que encontraría en la política el amor,
a estas alturas aun no creo haberlo encontrado, pero ya sea acompañada o
sola, las satisfacciones y los aprendizajes me hacen agradecer cada momento
vivido en ella.
Desconozco si el amor llegue hoy
o mañana, definitivamente es muy complicado encontrar una pareja que crezca con
nosotros y que entienda que amamos la política, cuando nos comprometemos damos
todos para que en verdad funcione, solo es cuestión de paciencia y nunca perder
la esperanza.
Y si el amor de mi vida no está
en la política… En la política he aprendido a amar cada instante de mi vida.
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