La
comunidad está llena de líderes, lo vemos en nuestro día a día en nuestra
familia, con nuestros amigos y en los medios de comunicación; ¿cuántos de estos
líderes están buscando un bienestar común en lugar del propio? Queremos este
tipo de líderes, queremos buscar un bien común, una armonía.
En
referencia comenta Elder Pérez que un joven líder es aquel que tiene una visión
distinta a los demás, aquel que tiene criterio de ser líder, que tiende a velar
por el bienestar de la población o mejor dicho, que tiene visión de cambio, que
piensa en sus hermanos antes que en su propio bienestar, que sacrifica por ver
y encontrar un cambio, aquel que dice “hagamos” y no que manda.
Los
líderes jóvenes buscan que nuestra voz de líder salga y sea el medio para crear
un entorno que vaya de acuerdo a sus ideales, que reafirme nuestro lugar en la
sociedad. Me pregunto, ¿cuántos jóvenes con don de liderazgo estarán queriendo
ser escuchados pero, aún no tienen el valor o la oportunidad de salir a hacer
realidad su visión? Quienes actualmente tenemos la facilidad de exponer
nuestras ideas y de ser escuchados, tenemos la responsabilidad de ser fuente de
inspiración para quienes creen que no es posible que un o una joven sean la
posibilidad de un cambio o quienes creen que la juventud no debe inmiscuirse en
“cosas de grandes”. Debemos vivir nuestra visión como si nuestra vida y la de
los demás dependieran de ello, hay que creérnosla.
Ser
una fuerza incontenible que mire en todas direcciones, que busque el bienestar
de chicos y grandes, que pueda realizar todo lo que se proponga y que busque
oportunidades, ser todo a la vez. Inquietos, con sueños e ideales, miles de
proyectos por realizar y por sobre todo, ser alegría; todo esto representa el
liderazgo en los jóvenes. El 100% es posible el 100% de las veces.
Hace
unos días leí un artículo donde nombraban las características que podemos
encontrar en un líder joven, el liderazgo se fundamenta en valores, un valor como
la paciencia que se centra en mantener el equilibrio en momentos difíciles,
tener demasiada humildad para mantener ese orgullo positivo que los jóvenes
necesitamos, tener carácter para ser firme en nuestras convicciones y
creencias, una autoridad para ser reconocido como persona capaz de realizar
cualquier tarea, disciplina para tener ese dominio personal en nosotros mismos
y sabiduría para dar nuestros conocimientos propios y puedan ser aprovechados
por los demás.
Dicen
que los jóvenes somos el presente, nuestras acciones que hagamos quedaran para
el gran cambio que queremos en nuestra sociedad, sembremos eso que deseamos y
obtengamos la cosecha que tanto anhelamos.
Escrito
por: Carlos Daniel Badillo Morales
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